Ganar las elecciones es una cosa, gobernar, otra muy diferente. A veces, las cosas no son tanto lo que parecen sino lo que en realidad son. Aunque parece, que nos toman por tontos y que al ganar está asegurado el cheque en blanco al lado del sillón.
Centrándonos en ganar… Ganar, lo que se dice ganar, ha ganado el PP, no se cansan de decirlo, pero los matices y los hechos son importantes. Para encontrar el año donde sus escaños fueron menores a 123 tendríamos que remontarnos al año 89 donde no pasó de los 107. Por lo tanto más que una copa de ganador ha recibido un hostión histórico.
El otro hostión considerable se lo lleva la «izquierda» bipartidista, el PSOE, que ha mantenido su feudo en Andalucía pero en número de escaños no ha pasado del centenar, y se queda con 90 (el peor de su historia en la democracia). Su número de votantes no está muy alejado de Podemos y tiene el marrón una situación en la que se tiene que mojar sí o sí, y tomar una decisión/o decisiones de las que de verdad importan: acercarse al PP por el bien de una España más rota en las instituciones que en la calle; propiciar el caos y la ingobernabilidad que tanto vaticinan los medios de comunicación con Podemos; o celebrando unos nuevos comicios electorales.
El hostión de Ciudadanos no tiene desperdicio. Primero me inflan como un globo sonda para que suenen las campanas de la victoria en todas las cabezas. Me preguntan qué haré cuando gobierne España, y yo doy lecciones de deportividad sobre las concesiones que no hay que hacer con PP y PSOE. Por último, llega el día elegido para la consagración, y me quedo mucho más pequeño de lo que lo habían pronosticado las cocinas más reacias. Ciudadanos irrumpe por primera vez en el estado Español (tras 9 años siendo nadie en Cataluña), pero después de ver a la caverna mediática ponerlos como segunda fuerza, los 40 diputados se parecen más a un Hostión 3.
A Podemos le sale perfecta la estrategia de agregar elementos plurinacionales, hacer campaña con Colau y Oltra, tener a Carmena en Madrid y aglutinar indecisos a través de la palabra «Remontada». A pesar de tener los medios de comunicación en contra y la campaña más austera se queda a tres cientos mil votos del Hostión 4 al Psoe.
Tienen una posición en la que pueden jugar incluso al despiste, que si me viene bien nuevas elecciones, que si mejor será un presidente independiente, no no no, yo no voy a permitir un gobierno del PP… Pueden lanzar globos sonda a cualquier parte.
Hay rumores de todo tipo. No hay duda de que el más vendido por el stablishment es el gran pacto o coalición. Estas cosas de la política que de donde «dije digo» ahora «digo diego», sobre todo si lo dije en campaña.
Las personas que hemos votado, que se supone que tenemos la soberanía,vamos a ver una especie de espectáculo televisivo, donde cada cual dirá su mejor frase y su apuesta de «más consenso» y los medios de comunicación se frotarán las manos haciendo negocio con las audiencias.
Los representantes elegidos son quienes hacen las cosas por el resto de nosotros, pero implica a su vez, que no cuenten con nosotros al hacerlas, porque para eso nos representan.