Según la RAE:
Víctima es: Persona que padece las consecuencias dañosas de un delito.
Violencia es: Acción violenta, o lo que es lo mismo, actuar con fuerza e ímpetu y dejarse llevar por la ira. Implica el uso de fuerza, física o moral y de una intensidad extraordinaria.
Género es: Grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico.
No existe una definición de la violencia de género en la RAE, pero podemos extraer de lo anterior que sería una persona que “padece las consecuencias dañosas de un delito de fuerza o acción violenta, física o moral de una intensidad extraordinaria perteneciente a un género, desde un punto de vista sociocultural en lugar de biológico”.
Según lo anterior, resumimos el problema que tenemos en la sociedad actual como que unas personas sufren actos violentos, por parte de otras, y en ambos sexos. ¿No nos quedamos un poco cortos? En España, una mujer es violada cada 7 horas. Las mujeres viven con miedo perpetuo y sufren agresiones por parte de hombres durante toda su vida, todos los días. Los hombres, nunca (excepto por homofobia o transfobia). La mayoría de los asesinatos los cometen los hombres. Las violaciones las cometen los hombres. La criminalidad en general está vinculada a los hombres. Nadie teme ir por la calle y que una mujer le asalte, le acuchille, le viole o le mate de forma voluntaria.
Entonces ¿qué mecanismo psicológico es el que hace que no entendamos esto como un problema urgente? Además de toda la propaganda y publicidad que nos indica que las mujeres son objetos a conseguir, en venta y propiedad, y que los hombres son personas competitivas que pueden elegir a cualquier chica para hacer lo que ellos quieren, para triunfar. Además de todas las películas, series y filmaciones en general que lo representan así. Además de que está lleno de términos falaces como “feminazis” o “hembrismo” que favorecen el odio y la competición. Además de que muchas personas consideran machismo y feminismo como ejes opuestos de un mismo continuo. Además de eso y mucho más, utilizamos el término, víctima para estigmatizar a quien sufre un abuso.
El término víctima es casi un mecanismo en sí mismo en nuestra psique. Cuando conocemos a alguien que ha sido “víctima de” automáticamente lo categorizamos. ¿Qué significa esto? Pues que cogemos la evaluación que hacemos de esa persona, y la metemos en un conjunto lleno de otras “víctimas de”. Estos conjuntos están vinculados a sentimientos como la pena, la compasión, la condescencia, culpa, etc. Así que si asociamos a dichas personas con esos sentimientos de forma sistemática, dichas personas se asociarán a sí mismas con esos sentimientos. Y esto provocará además, una disminución del grado de resiliencia que le adjudicaremos a dichas personas. Esto significa que creeremos que debido a lo que han vivido, tienen mucho más difícil resurgir de esos problemas que de otras situaciones. Y de nuevo, si lo hacemos de forma sistemática, dichas personas se verán a sí mismas de igual forma.
Todo esto crea una realidad que facilita que pensemos que las personas víctimas de violencia de género, han sufrido un abuso del que es muy difícil salir (y así es) pero que parece que no tiene que ver, con la causa real del problema. Es decir, en nuestra mente, la persona víctima de terrorismo, o de una accidente de tráfico, lo es, y no vamos mucho más allá de la pena, condescendencia, etc. Del mismo modo, al llamar víctimas de violencia de género a las mujeres que sufren abusos por el mero hecho de ser mujeres, parece que alejamos esa circunstancia del hecho de que exista un sistema patriarcal que potencia el abuso a las mujeres de múltiples formas, y el sufrimiento de los hombres de múltiples maneras. Mucho cuidado cuando decimos víctimas de violencia de género, porque realmente lo que deberíamos querer decir es: personas maltratadas y asesinadas, en su mayoría mujeres mayores de edad, por el mero hecho de nacer mujer. Y dicho así, sí suena a un problema al que debamos dedicar muchos más esfuerzos.