Marta, por qué tu himno no me representa.

Marta, por qué tu himno no me representa.

Siempre he pensado que existe una brecha enorme entre quienes vivieron la dictadura y quienes no la vivimos. Una brecha que se manifiesta de muchas formas, desde el mundo rural prácticamente desaparecido al mundo hipervirtual de los eSports e Instagram. 

Pero además también quienes nos hemos criado en democracia vemos muy de lejos todo lo referente a la bandera, el himno y demás símbolos. Nuestros nuevos referentes son el dinero, youtube o Apple. Por ellos podemos masacrar a medio mundo si hace falta, y lo veremos bien. Estoy generalizando, pero vamos a concretar.

Que salga Marta Sánchez a cantar una letra a un himno que no nos importa, en general no nos representa. Lo que si me importa es que personajes que no me gustan, y que encarnan ideales que me gustaría desmontar, apoyan fervientemente una letra que dice muchas cosas que parecen abstractas pero no lo son. Cuando Marta canta cosas como «doy gracias a Dios», «Grande» o «rojo y amarillo… y no pido perdón», parecen frases inocuas, pero realmente son frases de la España de la guerra. Quienes ganaron y montaron el sistema y han dejado como descendientes a estos personajes que no me gustan que comentaba antes.

Que el PP y Ciudadanos se sientan cómodos con una letra de un himno así me parece normal, pero decir que España está representada en esa letra… Pues no. Es indignante en primer lugar, y mentira en segundo lugar.

España, ni es una, ni es grande. Ni es legalmente católica (aunque de facto si), ni tiene esa bandera u otros símbolos por casualidad. Las palabras «no pido perdón» creo que es el mensaje más insultante que he leído en algún tiempo. Marta Sánchez (que no vive en España) sabe muy bien que el rojo y amarillo en un tiempo tuvieron otro color más, y que en la guerra ganó esa facción, y dejó miles de cunetas, familias y símbolos arrollados. Esa España que pide olvidar es la misma que no pide perdón. Y con ello dejan fuera a quienes heredaron la derrota y no han recibido las disculpas pertinentes. Esa misma España tiene el rostro lo suficientemente duro para decir «que a quien no le guste, que se vaya de aquí». Pues ahí está Cataluña. Ahí está Euskal Herria. Los nacionalismos valencianos y gallegos. ¿También los vais a dejar ir? No, los queréis aquí, sumisos y olvidando que un día podrían no pertenecer a la misma calaña que mató sus símbolos y le dijo «¿todavía con ese tema?»

Marta, tu España, esa de los recortes, las vallas en Melilla, los sobresueldos y el Valle de los Caídos es a la que le cantas, y si la mayoría de la gente estuviera representada no habrían artistas, tuiteros y personajes públicos con miles de seguidores apoyando el mensaje contrario al que lanzas. Es mentira. Tu letra es para una España, que por vieja y olvidada no es menos real, y no representa más que a la derecha española que está muy cómoda con el «¿todavía con ese tema?». En mi generación, hay mucha gente que queremos saber. No olvidar. Y acabaremos sabiendo, por encima de cualquier himno, bandera o símbolo. Por mucho que creáis que estamos hablando de eso, lo que estamos pidiendo es transparencia, democracia e igualdad. Y con esa España decente e igual, si quieres, le cantas al himno.

 

Sergio Bonillo