Siempre me han gustado las asignaturas y estudios que tenían teoría y práctica: leer,memorizar, analizar, integrar y examinarse está bien,pero la práctica te demuestra que no sólo aprobaste el puñetero examen, sino que que el 1% de lo aprendido es muy útil para algo en el mundo corriente y moliente.
Apología de la “titulitis” aparte, ya que no es ni mínimamente necesaria para adquirir buenos conocimientos teóricos sobre algo, los estudios feministas, teorías, investigaciones etc, son prolíficos y no nacieron ayer.
Tampoco empezó bien para sus primeras protagonistas que, o perdieron la cabeza en la guillotina (una cosa es participar activamente en la revolución Francesa y otra que te subas a la “parra” exigiendo derechos para la mujer ) como Olimpia de Gouges en 1791 con su “Declaración de los Derechos de la Mujer y la ciudadanía”, o como la vindicadora de los derechos de las mismas Mary Wollstonecraft en 1792 que murió por una infección después de haber dado a luz a una niña.
Desde ahí hasta nuestros días si te lees aunque sea una 10% de la obra feminista te aseguro que teóricamente vas sobrada.
También sé que no hace falta sacarse ningún máster en igualdad, incluso ni leerse un libro pues la experiencia vital de las mujeres ya esto todo un doctorado. Pero opino que con eso de que afortunadamente ahora ser feminista está de moda y hasta en Génova las mujeres feministas lo son mucho y muy feministas (aunque no cuestionen ni un ápice el orden establecido) hemos pasado a la práctica y el significarse como “soy feminista” sin tener ni “puñetera” idea de lo mucho más allá que significa esta teoría política y práctica social.
Pero …
¿Y los hombres? ¿Cómo han abrazado sus nuevas masculinidades y feminismos? Pues algunos muy bien y otros como “machiprogres” o “machirulos inflitrados”.
Con la práctica del feminismo, mi participación en debates y las muchas conversaciones que ahora tengo con esto de la Convocatoria internacional de huelga de mujeres del 8M, me he dado cuenta que estos “machiprogres” tienen ciertas características que se repiten: son más bien del yo soy igualitarista, humanista, de los de ni machismo ni feminismo mejor igualdad, de los que se enojan, y se llevan las manos a la cabeza ante actos no mixtos para mujeres y te sueltan la muletillas de “lxs que estamxs en esta orgnización no difetenciamxs los sexos ,somxs todxs iguales” “esto es una ofensa a la igualdad”, “estás equivocada”,“no soy partidario de apartarse a un lado sino de ir juntos” “nunca le diré a una mujer que se aparte” e incluso los más atrevidos te citan a algún teórico estructuralista para legitimar frases como “las relaciones estructurales se hacen juntxs”.
Pues bien, a todos estos hombres indignados por los consejos para machiprogres a la hora de asistir un acto feminista, a los que te explican cosas del feminismo como si tu no tuvieras ni idea o que fruncen el ceño cuando leen lo que deben hacer los hombres en el 8M ( que ya puestos mejor que mejor que sigan con ellos para siempre) les diría:
- Que esto no va de machismo versus feminismos y que el primer paso de un hombre por la igualdad es reconocer los privilegios que tiene simplemente por ser hombre en esta sociedad patriarcal, y apartarse o cederlos para ir alcanzando es lo mejor que puede hacer para conseguir la igualdad real.
- Que esto de explicar algo a alguien de manera condescendiente y paternalista se llama Mansplainig y es una tara patriarcal sobre todo cuando la persona que recibe la explicación (una mujer) sabe objetivamente más del tema. Rebecca Solnit quien acuño el término, en su libro “hombres que explican cosas” fliparía con el “periquito” que quiso explicarle su propio libro sin saber que era suyo. Si, estas situaciones le pasan a las mujeres que escriben libros, a mujeres futbolistas, informáticas, fotógrafas, en general a la mujeres casi siempre.
- Que como nada sustituye a la experiencia personal subjetiva de vivir en una situación de opresión no hace falta que nos expliquen ustedes (principalmente los BBVA) lo que es el feminismo.
- Que tomarse la vida con humor es la mejor forma de tomarla en serio, pero vuestras “machiruladas”, chistes y consejos feministas no tienen casi nunca ninguna gracia
Lo mejor que podéis hacer este 8M mis queridos aliados varones del feminismo y la igualdad, es disfrutar de la organización de esta jornada histórica organizada por y para las mujeres, seguir sus consejos y por un día callar la boca.
- BBVA: Blanco,”burgues” Varon, Adulto
Ayla