Castellano vs Valenciano

Castellano vs Valenciano

Según la RAE, idioma significa:

«Lengua de un pueblo o nación, o común a varios». Esto quiere decir que un pueblo con elementos en común utiliza una lengua propia para comunicarse. Además también está implícito que se puede usar entre varios pueblos cuando ésta es común. Entonces, ¿por qué tenemos tantos problemas para entender que la lengua que usamos sirve para comunicarnos como una herramienta?

Entendemos el lenguaje como una forma de imponer unos criterios sobre otros. La situación es compleja, pero vamos a desgranarla un poco. En el estado Español se hablan diferentes lenguas. Esto quiere decir que entre las diferentes naciones usamos lenguas para entendernos, ya que LAS TENEMOS EN COMÚN. Esto es, el castellano como lengua oficial en todo el estado, y el gallego, el euskera y el catalán/valenciano en las comunidades autónomas correspondientes. En el caso de la Comunidad Valenciana o País Valencià se habla el castellano y el valenciano de forma cooficial.

Cooficial significa que las dos lenguas están al mismo nivel de forma legal. Pero no implica que estén al mismo nivel en cuanto a uso o promoción. Es el caso del valenciano en esta comunidad. El valenciano es una lengua que se habla de forma muy distinta mientras recorremos de norte a sur el territorio, incluso hay sitios donde no se habla en absoluto. Por lo tanto, la situación es complicada ya que al ser cooficial, tiene que estar representada de igual forma en todos los sitios del País Valencià y no es sencillo cuando se utiliza de forma dispar.

El uso del valenciano genera problemas ¿Qué ha pasado para que el uso del valenciano genere problemas? Como seres humanos, tenemos la capacidad de aprender varios idiomas a la perfección. De hecho, cuanto más aprendemos mayor facilidad tenemos para seguir aprendiendo. El lenguaje es nuestra habilidad especial, de la misma forma que volar lo es de un ave, o la ecolocalización lo es de los murciélagos etc. Por lo tanto, NO ES UN PROBLEMA DE CAPACIDAD.

Nos dicen que además, al estar en un mundo globalizado, tenemos que saber movernos y que por lo tanto, tenemos que aprender inglés. El inglés es el idioma del futuro nos dicen. Así que eso hacemos, y nos intentamos poner al día en inglés en todos lados porque «es el futuro». Por utilidad necesitamos el inglés. A la vez usamos el castellano porque es la lengua oficial. Y el valenciano se queda apartado para quienes lo hablan en casa desde siempre. Así que nos dicen «El valenciano no lo habla nadie» o «lo útil es el inglés». Si hiciéramos caso a ese sin sentido, deberíamos dejar de hablar castellano porque con inglés podemos ir hasta el fin del mundo. Pero no podemos dejar el castellano porque es nuestra cultura ¿verdad? Es el idioma de nuestro pueblo. Bien. El valenciano también. Igual no es de todo el pueblo, pero si de una parte, ¿por qué queremos que dejen su cultura? ¿Por qué no podemos pensar que tenemos una facilidad enorme de aprender otro lenguaje para comunicarnos entre pueblos? ¿Hay algo más útil que una herramienta para entendernos? Por lo tanto, NO ES UN PROBLEMA DE UTILIDAD.

No tenemos problemas para usar múltiples herramientas en otros ámbitos para solucionar problemas o hacer nuestra vida más fácil. Pues eso básicamente es el lenguaje. ¿Por qué ponemos un muro?

Porque es lo que heredamos del franquismo. La persecución, el olvido y el menosprecio de las diferentes lenguas porque España era “una, grande y libre”. Entendemos de forma cultural a las dos Españas, la que habla castellano y la que habla valenciano. Entendemos el lenguaje como una resta. O eres de una España o de la otra, pero no de las dos. Y como hemos visto antes, las lenguas, por capacidad y por utilidad SOLO SUMAN. No hay nada más ahí. Si voy a un sitio donde no hablan mi idioma, aprendo rápido y me comunico. Así de sencillo. Con el valenciano no, porque hay un interés detrás de una parte política (la derecha del tablero obviamente) que ha utilizado el lenguaje diferente como un arma arrojadiza durante muchos años y es la inercia que tenemos. ES UN PROBLEMA POLÍTICO y por lo tanto, no es un problema. Es una elección. ¿Elegimos otra cosa?