Los 10 segundos de independencia de Cataluña que hemos visto, han dado paso a una suspensión para negociar con el gobierno de España y la Unión Europea. Lo que han llamado la «vía eslovena». Curioso además que las CUP no apoyen todo este movimiento en falso. CIU se va enrocando (falta ver hasta donde se enroca ERC también).
La palabra que salta a la palestra como resaltada es negociar. ¿Pero qué significa eso? Según la RAE negociar tiene diferentes significados, pero el que mejor encaja en el puzzle es: «Tratar por la vía diplomática, de potencia a potencia, un asunto, como un tratado de alianza, de comercio, etc.»
En este caso esto significa que el gobierno de España y el de Cataluña deben sentarse a hablar. Es decir, lo que lleva pidiendo mucho tiempo mucha gente. ¿Qué hay de nuevo?
Lo nuevo es que Cataluña ahora pide negociar de otra forma (ya lo ha pedido de muchas, es un hecho). El gobierno de España sigue sin hacerlo, y ni está ni se le espera en la negociación. Sospecho que la intención del gobierno de Cataluña es recabar y recibir apoyo internacional como le pasó a Eslovenia para que el gobierno de España suelte un poco el apretón de manos. Pero negociar no es eso. Negociar tiene que ver con el reconocimiento mutuo entre iguales. No se puede negociar en una situación de desigualdad en la que una parte impone su criterio en todos los casos. ¿Creemos que el gobierno de España reconoce al gobierno de Cataluña como un igual con el que negociar? El gobierno del PP considera a España una y grande (lo de libre ya sabemos que no) y por lo tanto con Cataluña no se negocia.
Para que hubiera negociación se debería reconocer al pueblo catalán, la nación catalana, sus representantes legítimos como entes negociadores y sentarse de «tú a tú», y ver si el encaje plurinacional sirve, o si es una república propia, u otra alternativa. Pero desde luego que lo que no va a servir de mucho es que el gobierno de España se siente con el gobierno de Cataluña y diga «sois parte de España y punto», como han sido las negociaciones hasta ahora. De hecho la situación está tan polarizada que lo pudimos ver en la manifestación «Por la unidad» (más bien «Por mi unidad») y la concentración «Hablamos?» a unos metros de distancia. Pocas veces podremos ver en España manifestaciones contrarias en la misma ciudad a distancia relativa.
Mientras el gobierno de España no ceda más y considere al gobierno de Cataluña como un igual con quien negociar, seguirá imponiendo su criterio con mayor o menor acierto, pero no estará negociando. No nos engañan. Ambos bandos están sacando una suculenta tajada con el «procés», pero en ambos casos están jugando con armas de doble filo. Las mentiras tipo «no se puede porque no es legal» no deberían estar encima de la mesa nunca más cuando trajeron casi 900 heridos. Sentaos, negociad de una vez y de verdad, y dejadnos seguir con la precaria vida a la que nos estais sometiendo y contra la que estamos luchando. ¿O también estamos negociando?