Ayer, ya me sugería el listillo de Facebook que pusiera la información de contacto de manera pública para que así, toda mi comunidad de amigos virtuales supiera por activa, pasiva y a golpe de aviso que hoy cumpliría añitos. Pensamiento lateral: ¿WTF?
Hoy en twiter los globos subían en pantalla ascendente cuando entré en el perfil de buena mañana. Mecachis, ¡con esto no contaba! Y así, con globos y purpurina en mis retinas he empezado mi cumpleaños número 45. ¡Yeah!
El 23 es mí día. Durante mucho tiempo pensé que era ¡super guay! Era el número de Michael Jordan. Un número elegido por uno de los grandes como seña de identidad. Crecí orgullosa de cumplir años en ese día que aparecía en camisetas y gorras de todo el mundo. Bueno, eso fue hasta que me dí el golpe en la cabeza (como diría Lucía Lijtmaer en “Yo también soy una chica lista”, Ed: destino) y las gafas feministas se instauraron en mis ojos junto con la miopía y ahora ya una incipiente vista cansada.
Pues sí. Porque un 23 de enero por ejemplo, (y lo sé gracias al calendario “Temps de dones, dones en el temps”) Mercé Rodoreda en 1939 se marchó al exilio junto con otras mujeres. Mercé es una de las escritoras de la llengua catalana más influyentes. Ya sólo por eso, me gusta más que el Jordan.
Y aún hay más. ¡Una mujer premio nobel (Gertrude Belle Elion, bioquímica y farmacóloga estadounidense, Premio Nobel de Medicina en 1988) nació en el mismo día que yo! ¡Toma canasta!
En este ejercicio vanidoso de buscar “quién nació en el mismo día que yo” una se da cuenta de la invisibilidad de las mujeres en la historia y en la actualidad y cómo es totalmente una asignatura pendiente para darnos el protagonismo real y necesario que aunque invisible hemos tenido durante la historia.
Ejemplo: Sr Google ¿cuántos famosos/as nacieron un día como hoy? Primera página con información requerida, 63 hombres hasta la más rabiosa actualidad y 12 mujeres. Ahora es cuando yo me pregunto ¿Es que nacemos menos? ¿Es que morimos antes?
Respuesta obvia a estas alturas: ¡Patriarcado! ¡Asquito! ¡Bla bla bla ! y deja ya el artículo María que hay que seguir luchando. ¡¡Feminista!!
Y mirad, hoy voy soplar velas como se hacía antes de que la Iglesia decidiera que si existía un cumpleaños a celebrar ese sería el de Jesucristo el 25 de diciembre o el 6 de Enero (según situación geográfica). Soplaré velas violetas pensándolo como el rito pagano que fue, mucho antes de que aprobara el examen del catolicismo, y cómo parte del ritual que me protegerá un año mas de los malos espíritus y espero que de muchos machirulos infiltrados.
Ayla M. Guridi